miércoles, 10 de diciembre de 2008

El poder del Espiritu Santo cap 5


Nada de lo que hagamos despues de ser limpios del pecado y ser libres de su dominio sobre nosotros al poner nuestra fe en Cristo puede cambiar este hecho.

Mas aun libramos todos los dias la batalla entre los deseos de la carne y los del Espiritu. Galatas 5:17
Aveces dudamos de poder aplicar el poder del Espiritu contra ciertos aspectos del poder del pecado, contra la fuerza y deseo de satisfacer nuestros deseos, contra los pecados sutiles y pecados diarios.

Hay un principio fundamental llamado la responsabilidad dependiente, somos responsables ante Dios de obedecer su palabra y hacer morir los pecados de nuestra vida. Mas no tenemos la capacidad para llevar a cabo esto, si no que dependemos totalmente del Espiritu Santo para hacerlo. Esto nos lleva a concluir que tenemos la responsabilidad de depender del Espiritu Santo para obedecer, tenemos la responsabilidad de vivir bajo la influencia y control del Espiritu.



Nuestra respuesta la encontramos en Galatas 5:16 , Andar en el Espiritu significa vivir bajo la influencia y control del Espiritu. Exponer nuestra mente a su voluntad moral y buscar obedecerla, vivir en dependencia de El a traves de la oracion, pidiendo nos capacite y otorgue su poder para cumplir su voluntad.

Dios usa muchos medios para transformarnos y llevarnos en crecimiento. Aun para llevarnos en un principio al arrepentimiento nos pudo haber hecho pasar por diferentes situaciones. En Romanos 8:26-29 nos habla de como Dios usa todas las cosas para nuestro bien, haciendo enfasis en el versiculo 29 vemos como el fin es ser hechos conforme a la imagen de Jesucristo. Todas las cosas funcionan para nuestro bien, y nuestro mayor bien es crecer en imagen de Jesus. El Espiritu Santo siempre buscara hacernos mas semejantes a Cristo, usando medios, situaciones y personas a nuestro al rededor.

Somos responsables de nuestro pecado, debemos buscar crecer y hacer morir estos pecados. Somos dependientes del Espiritu Santo, debemos colocarnos bajo su influencia.

lunes, 3 de noviembre de 2008

El remedio para el pecado

Soy un gran pecador y Cristo es un gran salvador - John Newton

Cristo Jesus vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero- Pablo

Los hombres que mas han crecido en santidad se han distinguido por una progresión descendente en cuanto a como se veían a si mismos. Cada vez reconocen mas su pecado y al mismo tiempo, cada vez reconocían mas su necesidad del evangelio.

Nuestro remedio al pecado, el evangelio, la obra completa de Cristo. Nos salva del castigo del pecado, pero también de su dominio y poder reinante en nuestra vida.
El evangelio es para toda persona, tenemos una tendencia a pensar que el evangelio solo debe ser expuesto a los incrédulos. Mas aun somos practicantes del pecado, sigue presente y debemos enfrentarnos a el. Los incrédulos necesitan reconocer que son pecadores. Los creyentes necesitan reconocer que siguen pecando.
El evangelio nos prepara para enfrentar el pecado. No podemos enfrentar el pecado sin reconocer su presencia en nuestras vidas. Entonces estaremos libres para confrontar honesta y humildemente las manifestaciones en nuestras vidas.

Así como una buena historia provoca en nosotros motivarnos o entristecernos. El recordar que hemos sido perdonados inmerecidamente, recordar la seguridad de no ser mas culpables de nuestra maldad y el ver a Dios como un padre que nos ama, no nos juzga mas, al contrario nos ama como un padre bueno, provoca en nosotros un animo, una motivacion, un ardor en nuestros corazones, una gratitud y amor que nos lleva a querer agradar mas a Dios, a no seguir pecando, a enfrentarnos a nuestro pecado.

No hay un solo día que seamos tan buenos que no necesitemos el evangelio. Necesitamos vivir cada día mas conscientes del evangelio.
Necesitamos estar recordando el evangelio, recordar que seguimos pecando, seguimos necesitando a Jesús, seguimos teniendo perdón y sobre todo seguiremos teniendo a un Dios que nos ama.

lunes, 20 de octubre de 2008

La malignidad del pecado


Se hace una cooperación entre el pecado y el cancer. El pecado es una malignidad espiritual y moral, si se le deja sin control puede diseminarse por todo nuestro interior y contaminar todas las áreas de nuestra vida.
El cancer se puede extender en todo nuestro cuerpo, el pecado se puede extender y afectar a nuestros prójimos.

Se dice que el pecado habita en nuestro interior, en nuestro corazón; se hace externo a través de nuestros hechos, palabras y pensamientos. Aun cuando somos liberados del dominio absoluto del pecado, sigue morando en nosotros, dejandonos así en una guerra espiritual.

Nos gusta sentirnos bien, saludables, pensar que Dios siente exactamente los mismo hacia nosotros. No nos gusta la idea de estar mal, haciendo lo incorrecto, mucho menos pensar que estamos mal delante de Dios.
Es por esta razón, por la que nos bloqueamos mentalmente, pensando que nuestro pecado no es tan grave, nos comparamos con otros, resaltando sus pecados para minimizar los nuestros. Nos comparamos con la sociedad en la que vivimos, para así sentir que estamos bien, o al menos no tan mal. Queremos restarle maldad a nuestro pecado para aquietar nuestra consciencia, sin darnos cuenta que somo igual de pecadores que aquellos a quienes juzgamos como perversos que no temen a Dios.

Quitarle maldad a nuestro pecado solo traerá mas problemas, al igual que un cancer sin atender. Un pecado descontrolado e ignorado solo nos llevara a otro pecado mas grande, afectaremos a otros, sin reconocer nuestro problema jamas buscaremos la cura.

Aun peor, ignoramos y minimizamos la trasgresión que es el pecado contra Dios, se hace uso de la expresión, traición cósmica, haciendo énfasis, en traicionar a aquel que es el Dios todo poderoso, el santo, santo, santo; a aquel que solo ha mostrado su misericordia. Mostramos no tener temor ni reverencia al poder y majestad del Dios creador de todas las cosas, que ha dado un orden, orden que insistimos en quebrantar. Nos rebelamos e ignoramos al Espíritu Santo, regalo otorgado a aquellos que han confiado su salvación a Jesús. Como aquel que desprecia a un padre que ama y se preocupa por el, haciéndolo entristecer por su ofensa, así nos comportamos contra el Espíritu Santo, cuando pecamos. Como si despreciáremos, pisoteáramos y tuviéramos en poco la sangre vertida por Jesús para nuestra salvación, así nos comportamos cuando pecamos deliberadamente contra Dios. Y aun en nuestra tendencia a seguir pecando, buscamos aprovecharnos del perdón que tenemos en Jesús, como excusa para no verle ningún problema a continuar pecando.

Siempre podemos admirar la cruz, ver su propósito y correr a ella en busca de perdón. Debemos reconocer la maldad de nuestro pecado, el costo y ofensa que es, para con esto pelear en una guerra constante contra nuestro propio pecado y correr a la cruz al ver nuestra necesidad de ella. Entre mas reconozcas lo oscuro de la maldad, mas disfrutaras y admiraras lo brillante y hermoso del amor de Dios.

jueves, 16 de octubre de 2008

La desaparicion del pecado cap 2

La desaparición del pecado, es algo que viene sucediendo desde los años 50's, en nuestra cultura ha sido sustituido este termino por lenguaje mas suave, amortiguado. Esto para complacencia de la sensibilidad moderna. El problema surge, no por llamarlo de otra manera, si no por que al desaparecer el termino desaparece consigo lo que implica. Esto es, puesto que no hay pecado, no hay pecadores. Evangelistas reconoces como las personas saben cometer pecado, mas no entienden lo que significa. Ya no hay fornicarios y adúlteros, solo son personas que tienen una aventura o amorío.

El pecado puede tener muchas definiciones, pero la principal seria, ir en contra de la voluntad de Dios. Por lo tanto si no hay pecado, ni pecadores, no hay quien ofenda a Dios, no hay quien necesite salvar su alma, no necesitan un salvador.

En la iglesia nos vemos afectados al condenar a quienes comente pecados obvios, ignorando los pecados "silenciosos". Nos preocupamos por el pecado de la sociedad y no por el que cometemos los santos. Cometemos pecados respetables sin remordimiento alguno. Santiago 2:10 Somos culpables de todo, al transgredir uno solo de los mandamientos. Esto nace no de un estándar de pecado estricto o diferente de Dios, no es que Dios no sepa que hay pecados que traen mayor mal o mayores consecuencias. No es quebrantar un mandato, por mas pequeño que sea, es un rechazo deliberado de su voluntad para satisfacer nuestros propios deseos. Santiago 1:14. Es preferir nuestro placer, sin importar esto vaya en contra de Dios. Nos deja de importar quien El es, lo que ha hecho por nosotros, lo minimizamos y nos entregamos a nuestro deseo.

Cuando al oír sobre pecado, te das cuenta que habita en ti, que ofende gravemente a Dios, que necesitas quien te salve y transforme en esto; entonces estas entendiendo lo que es pecado.

Dios no nos ha desechado, nos guia para que veamos los pecados que toleramos en nuestras vidas y nos arrepintamos de ellos, para la renovación que tanto necesitamos. Gal 3:13



domingo, 5 de octubre de 2008

PECADOS RESPETABLES, capitulo 1


Como iglesia estaremos viendo este libro, con el cual seremos retados a confrontar esos pecados que minimizamos y toleramos, haciendo de ellos pecados respetables.
En este blog se agregara uno a uno, un resumen y puntos claves de los capítulos que como grupo de casa estaremos viendo. Por lo tanto alrededor de cada 15 días, se estarán subiendo los capítulos.

Puedes participar de esto al agregar tus comentarios de como Dios esta hablando a tu vida por medio de este libro, o los puntos que sientes son importantes debemos darles peso, agregando así mas bendición.


El capitulo 1

Una introducción y base para este libro...

El capitulo, hace un estudio de porque apesar del comportamiento que tenían los corintios , Pablo los llamaba “santos”. 2 cor 1:1, 1 cor 1:2.

La frase de Pablo “a los santificados en Cristo Jesús y llamados a ser santos”, provienen de la misma familia de términos griegos. En español se diría algo así “a los separados en Cristo Jesús, llamados a ser separados”, separados o apartados por Dios.


Entonces como llegamos a ser santos, si no es por medio de nuestro comportamiento? Al buscar la salvación en Dios, arrepintiéndonos de nuestro pecado, y siendo perdonados al ser comprados por Cristo, por su derramamiento de sangre en aquella cruz, y al ser transformados por medio del Espíritu Santo, haciendo un cambio en nuestro interior. Este cambio se describe de manera profética en Ezequiel 36:26


Casi cada hora que estamos despiertos pecamos en pensamiento, actitud, palabra o hecho. Es una tendencia en la carne, seguir los deseos engañosos de nuestro corazón, Gálatas 5:17, 1 Pedro 2:11, estamos en un cambio progresivo que nunca termina en esta vida

Esto podemos usarlo como una excusa para seguir pecando, una tendencia ha seguir haciendo lo malo, un pretexto para vivir en conformidad con nuestro pecado y así generar los pecados respetables.

De alguna manera todos somos parte de los coritios, santos llamados a ser santos, pues nuestro caracter, obras, pensamientos, motivaciones, actitudes llevan la persencia de pecado.


Estamos llamados a vivir una vida apartada, vivir agradando a Dios, Todo pecado en nuestra vida, toda conformidad con el, toda pequeña acción, actitud, pensamiento que vaya acompañado de pecado, “es una conducta indigna de un santo, de un cristiano”, por lo tanto no hay pecado aceptable para los santos, no hay pecado que no ofenda a Dios. Todo pecado va en contra de su santidad, va en contra de lo que es y se espera de nuestra santidad.